El diseño en la iluminación de la piscina
Tener un ambiente de lujo en tu zona de disfrute no es una tarea complicada, por lo que en nuestro post te diremos cómo sacarle el máximo partido al diseño en la iluminación de la piscina.
No solo se trata de comprar las mejores luces o mantenerlas siempre en óptimas condiciones, sino que además es vital saber aprovechar todas sus ventajas estéticas. Descubre a continuación cómo puedes lograrlo fácil y rápido.
Tipos de iluminación para piscinas
Entre decenas de lámparas y de luces LED de piscinas no siempre es tarea fácil dar con la mejor opción. Sin embargo, la búsqueda puede simplificarse si clasificamos las diferentes alternativas que hay en el sector:
- Bombillas LED
Son de las más demandadas y conocidas por su consumo energético mínimo y buen rendimiento. Además, tienen un cableado muy sencillo que, junto a sus múltiples estilos, la convierten en una opción estupenda.
- Luces halógenas
Se trata de una alternativa que compensa su alto consumo energético con un funcionamiento estupendo. Es decir, en comparación con las LED, pueden ofrecernos una iluminación más potente.
- Luces de fibra óptica
Consiste en una solución menos económica, aunque su mantenimiento es sumamente simple, ofrece un rendimiento excelente y su consumo energético es bajo.
Otras variantes muy interesantes son las luces flotantes, que son capaces de desplazarse a lo largo de la piscina y crean un ambiente único.
También hay focos imantados que, sin necesidad de complicadas instalaciones, se adhieren a las paredes de las piscinas. Y no podemos olvidarnos de los farolillos, cuyo atractivo es poder cambiarlos de lugar sin esfuerzo cuando lo necesitemos.
Altura, espacio y orientación ideal para ubicar tus luces
En primer lugar, debes saber que el diseño de una piscina define cómo deberemos iluminarla. Si no tomamos en cuenta este importante factor, conseguiríamos un escenario poco estético y con fallos de iluminación.
En caso de que tengamos nuestra piscina en la fachada de la vivienda, lo ideal es que orientemos las luces en dirección opuesta. De esta manera, evitamos deslumbramientos molestos cuando estamos en casa.
Si esto último no es una buena opción por diferentes razones, podríamos instalar las lámparas en puntos elevados y apuntando desde arriba hacia la piscina.
Ante la presencia de escaleras romanas en la parte central, lo recomendable es ubicar las luces en los extremos. Por otro lado, si el vaso es más ancho de lo normal, lo ideal es situar nuestro sistema de iluminación en la pared opuesta.
No obstante, si esta ubicación genera deslumbramientos, otras opciones son instalarlas en puntos elevados o en el fondo de la piscina.
En cuanto a la altura idónea, tomaremos como referencia el borde o parte superior y las colocaremos a 70 cm a partir de este punto. Haciéndolo de esta forma iluminaremos tanto el interior como el perímetro inmediato.
¿Cuántas lámparas son suficientes para tu piscina?
No hay un número de luces exacto que debas poner, pues esto dependerá de las dimensiones de cada piscina. Sin embargo, hay una regla general que recomienda la instalación de una lámpara o foco por cada 20 metros cuadrados.
Claramente en esta tarea es necesario tomar en cuenta la intensidad variable de cada tipo de focos. Por lo tanto, es importante decidir en base a nuestras necesidades. Habitualmente, basta con colocar de una a 3 fuentes de luz.
Medidas de seguridad básicas para cuidar tus luces
Al tratarse de artefactos eléctricos en espacios expuestos al agua, es necesario tomar en cuenta ciertas recomendaciones puntuales. La primera es situar el cableado y la fuente de alimentación de los focos fuera de la piscina y en un lugar aislado.
Igualmente, deberán estar protegidos de la exposición solar y ante posibles salpicaduras.
Prevenir accidentes es elemental, así que no te olvides de respetar la tensión de seguridad.
Esto lo harás asegurándote de que las luces y el resto de elementos que dependan de la electricidad se ajusten a la tensión límite establecida (12V máximo para corriente alterna y 30V máximo para continua).
Y, por último, recuerda que es imprescindible que presenten una alta impermeabilidad (certificado IP66, por ejemplo). Esta podrá garantizar su protección contra chorros de agua potentes.
Apartado estético: ¡Qué vuele la imaginación!
En este caso lo primordial es elegir sabiamente las luces, desde sus formas hasta sus colores. Este último nos ayudará a crear ambientes que influyan en nuestros estados de ánimo, generando tranquilidad, diversión o elegancia.
Por ejemplo, para un escenario más dinámico y vivo podríamos elegir un color predominantemente amarillo. En ese caso buscaremos una armonía entre los LEDs rojos y verdes.
No obstante, si, por el contrario, queremos un espacio más tranquilo y relajado consideraríamos los tonos azul cian. Para ello elegiremos luces verdes y azules para equilibrarlos en busca de esa tonalidad.
Otras opciones divertidas y modernas es elegir modelos con mando a distancia que nos permitan utilizar diferentes modos e intervalos de iluminación.